top of page

“Son recipientes de sentimientos, abre cada uno y descubrirás su mundo” -Asperger/Autismo.

  • Valeria Cordova,Leyli Macias,Domenica Robles
  • 13 ago 2017
  • 7 Min. de lectura

"Quien de nosotros es lo suficientemente "NORMAL", como para decidir lo que se considera "NORMAL" o no"

AUTISMO

El autismo es un complejo trastorno neurológico que suele afectar a una persona durante toda su vida. Pertenece a un grupo de trastornos conocidos como “trastornos del espectro autista”

Por lo general, los trastornos del espectro autista pueden diagnosticarse con certeza ya a los 3 años, aunque los primeros diagnósticos generalmente se realizan entre los 18 y los 24 meses.

Los padres son los primeros en notar que su hijo muestra conductas inusuales o que no alcanza los hitos del desarrollo normales; algunos dicen que su hijo parece distinto de cuando nació, mientras que otros describen a un niño que se desarrollaba normalmente y que luego perdió algunas capacidades. A veces, al comienzo, los pediatras no prestan atención a los signos de autismo, pensando que el desarrollo del niño se normalizara “con el tiempo” y recomiendan a los padres “esperar y ver qué pasa”. Sin embargo, nuevas investigaciones muestran que, cuando los padres sospechan que su hijo tiene algún problema, suelen tener razón.


Si usted está preocupado por el desarrollo de su hijo, no espere: hable con su pediatra para que se le practiquen al niño estudios de detección de autismo.


ETIOLOGÍA

Las investigaciones científicas han relacionado la aparición del autismo con las siguientes causas:


Agentes genéticos:

Se ha demostrado que en el trastorno autista existe una importante base genética. Si el estudio se ha llevado a cabo en el ámbito familiar, las estadísticas muestran que existe un 5% de probabilidades de aparición en el neonato en el caso de que tenga un hermano con el trastorno, que es una probabilidad bastante superior a la que tendría en el caso de que no existieran antecedentes documentados en su familia. Estos datos indican claramente una carga genética ligada al trastorno autista. Las investigaciones tienen por objeto determinar los genes involucrados en la aparición del trastorno, y ya han establecido la relación directa entre la inhibición del gen de la neuroligina NL1 y el desarrollo de autismo, aunque se sabe que hay más genes implicados. De hecho, se establece que deben estar presentes hasta 15-20 alteraciones genéticas a la vez para que se exprese de manera completa el autismo. Algunas teorías, incluso, tratan de relacionarlo con el síndrome del X frágil.

Agentes neurológicos:

Se han constatado alteraciones neurológicas, principalmente en las áreas que coordinan el aprendizaje y la conducta, en aquellos pacientes diagnosticados de trastornos del espectro autista. Particularmente, la epilepsia está relacionada con el autismo, pues un tipo concreto, el síndrome de West, desarrolla autismo hasta en una quinta parte de los casos y viceversa.


Agentes bioquímicos:

Se han podido determinar alteraciones en los niveles de ciertos neurotransmisores, principalmente serotonina y triptófano.

Agentes infecciosos y ambientales:

determinadas infecciones o exposición a ciertas sustancias durante el embarazo pueden provocar malformaciones y alteraciones del desarrollo neuronal del feto que, en el momento del nacimiento, pueden manifestarse con diversas alteraciones como, por ejemplo, trastornos del espectro autista. Otras posibles causas del autismo: se han estipulado otras razones, como las complicaciones obstétricas durante el parto, el abuso de drogas como la cocaína por parte de la mujer embarazada, o el uso de medicamentos antiepilépticos, aunque su base científica no está absolutamente demostrada.


CUADRO CLÍNICO

Los síntomas son la falta de interacción social (muestran dificultad para relacionarse con otros niños de la misma edad, poco o nulo contacto visual, evitan el contacto físico, no responden al ser llamados por su nombre, no tienen lenguaje y si lo tienen presenta alteraciones), las estereotipias (movimientos repetitivos), poca tolerancia a la frustración, risas o llantos sin motivo aparente, presentan hiperactividad o son muy pasivos, no hay juego simbólico, carecen de juego creativo. La mayoría de estos síntomas pueden aparecer al año y medio de edad, comenzando con retrocesos en el desarrollo del niño.

Una característica que se reporta comúnmente, pero que no es necesaria para un diagnóstico, es la de déficit sensoriales o hipersensibilidad sensorial. Por ejemplo, a una persona autista puede molestarle un ruido que para una persona no autista pasa inadvertido. En muchos casos la molestia puede ser extrema, hasta el punto de llevar a comportamientos violentos. Por otro lado, un autista puede tener una gran tolerancia al dolor. Algunos aseguran que no se percatan del hambre o de otras necesidades biológicas.


DIAGNOSTICO

Todos los niños con autismo tienen problemas con:

-Interacción social: la forma en que se relacionan con otros

-Comunicación verbal y no verbal

-Comportamientos o intereses repetitivos

Para que se diagnostique autismo, un niño/a debe haber tenido problemas en al menos una de estas áreas: comunicación, sociabilización o comportamiento restringido antes de los tres años.

El diagnóstico tiene dos etapas. La primera etapa es la observación del desarrollo durante exámenes físicos infantiles. La segunda etapa involucra una evaluación exhaustiva por parte de un equipo multidisciplinario.


TRATAMIENTO

Ninguno de los trastornos del espectro autista tiene cura. Todas las terapias están enfocadas a la palpación de los síntomas y a la mejora de la calidad de vida del paciente. La terapia suele ser individualizada y ajustada a las necesidades que precisa cubrir el sujeto, consiguiendo mejor pronóstico cuanto más precoz sea su inicio.

El tratamiento del autismo en este sentido suele incluir:

  1. Intervenciones conductuales educativas: se realizan tanto en el sujeto diagnosticado de autismo, como en su ambiente familiar cercano.

  2. Análisis Conductual Aplicado. La terapia incluye también a las personas que conforman el entorno del sujeto (padres, hermanos, educadores, etcétera).

  3. Intervenciones emocionales y psíquicas: tienen como objetivo la adquisición y desarrollo de habilidades emocionales de expresión y reconocimiento de sentimientos, desarrollo de la empatía


  1. Medicamentos: no existen medicamentos específicos para el tratamiento del trastorno autista, por lo que se emplea siempre terapia paliativa de la sintomatología desarrollada por el sujeto. Así, si existen convulsiones, se prescriben uno o varios anticonvulsivos específicos, y si existe impulsividad o hiperactividad, se recurre al empleo de medicamentos de uso habitual en pacientes con trastorno de déficit de atención. Los medicamentos más habituales administrados a estos pacientes son los ansiolíticos, antidepresivos y los empleados en el trastorno obsesivo-compulsivo. En la actualidad los más utilizados son la fluoxetina y paroxetina (antidepresivos) y la risperidona (neuroléptico).

SÍNDROME DE ASPERGER.

Se los consideran como “trastornos neuropsiquiátricos” que presentan una amplia variedad de expresiones clínicas y son el resultado de disfunciones multifactoriales del desarrollo del sistema nervioso central”

El espectro autista no solo se incluyen a los niños y niñas con trastornos generalizados del desarrollo, también se engloban a aquellos que presentan un conjunto de síntomas autistas situados en un continuum de severidad que va desde el autismo tipo kanner hasta el síndrome de Asperger en los casos más leves.


Concepto

El Síndrome de Asperger es bien conocido por ser una parte del espectro de desórdenes autísticos cuyas características han sido perfectamente descritas por Wing y Gold.


Presentan una tríada de afectación en el área social:

  • dificultades en la relación social

  • área comunicativa: disminución de la comunicación verbal y no verbal;

  • la esfera imaginativa: afectando el juego, a los intereses

Se lo distingue por la gran habilidad que tienen con el lenguaje, y más raramente, la coexistencia del desorden con la incapacidad de aprendizaje y dificultades en el área psicomotora ya que son niños que tienen campos de interés reducidos y absorbente. Aunque son generalmente buenos en las habilidades de memoria.


Cuando el niño se encuentra levemente afectado resulta a menudo parecer raro o excéntrico, incluso algunos autores señalan la posibilidad de que estemos ante una variante de la personalidad normal.

Se los conoce porque aman la alabanza, ganar y ser los primeros, pero el fracaso, la imperfección y la crítica les resulta difíciles de sobrellevar.


Alteraciones básicas

Como es un trastorno relacionado por el área social y por lo tal afecta severamente la capacidad del individuo para integrarse en el mundo de las relaciones interpersonales y adaptarse a las demandas múltiples de la sociedad.

Podriamos señalar:

  • Dificultad para formar amistades verdaderas

  • Rigidez mental y comportamental

  • Actitud poco flexible ante los cambios

  • Rituales de naturaleza elaborada y poco funcionales

  • intereses inusuales

  • Características del lenguaje y de la comunicación.

Se debe cumplir los siguientes criterios:


A) Alteración cualitativa de la interacción social:

- Importante alteración del uso de múltiples comportamientos no verbales como contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la interacción social.


- Incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros apropiadas al nivel del desarrollo del sujeto.

- Ausencia de la tendencia espontánea a compartir disfrutes, intereses y objetivos con otras personas

- Ausencia de reciprocidad social o emocional.


B) Patrones de comportamiento, intereses y actividades restrictivos:

- Preocupación absorbente por uno o más patrones de interés estereotipados

- Adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales especificos, no funcionales.

Síntomas

  • Se hacen evidentes entre los 2 ½ y 3 años de edad y pueden variar de leves a graves y pueden incluir:

  • Dificultad para interactuar con otros

  • Problemas para hacer amigos

  • Poca comprensión hacia los sentimientos de los demás

  • Insensibilidad a sugerencias sociales y expresiones faciales

  • Reacciones sociales y emocionales inapropiadas

  • Preocupación por su propio mundo

  • Dificultad para enfrentar cambios de la rutina o los horarios

  • Problemas con la comunicación no verbal y Contacto visual pobre

  • Pocas expresiones faciales, salvo en el caso del enojo o tristeza

  • Postura corporal o uso deficiente de gestos

  • Movimientos torpes

  • Dar manotazos

Diagnóstico

Pueden haber dos estrategias que conducen al diagnóstico del S.A.

El primero consiste en que los padres o profesores rellenen un cuestionario o una escala de clasificación que pueden ser usados para indicar que un niño pudiera tener el síndrome.

El segundo estadio es una valoración diagnóstica de médicos experimentados que examinan el comportamiento y capacidades de niños con trastornos del desarrollo, usando criterios establecidos que permiten una clara descripción del síndrome.

Afortunadamente, dos nuevas escalas de clasificación han sido elaboradas para identificar a los niños con riesgos de este síndrome, concebidas para padres y profesores, siendo primeramente desarrolladas en Suecia (Ehlers y Gillberg 1993) y después en Australia (Garnett y Attwood 1995). Se basan en los diagnósticos formales, la documentación de investigaciones sobre características asociadas y en una extensa experiencia clínica.

Se basa en observaciones del comportamiento del niño y se pueden realizar pruebas neuropsicológicas y de coeficiente intelectual.

Se pueden solicitar pruebas médicas para descartar otros problemas de salud.

Las familias y los niños pueden beneficiarse con la intervención temprana.

Conocer el problema también ayuda a las familias a comprender por qué el niño actúa de manera distinta a los demás niños.

Medicamentos

  • Estimulantes Medicamentos que alteran el estado de ánimo

  • Medicamentos para controlar convulsiones

  • Inhibidores de la recaptación selectiva de serotonina, como citalopram

  • Asesoramiento profesional

  • La terapia de modificación de comportamiento y entrenamiento pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales. Aprender cómo hacer amistades y conservarlas les resulta difícil a estos niños.

  • Cuidado Familiar

Cuidar de un niño que padece el síndrome de Asperger puede ser muy estresante. Los consejeros ayudan a los padres a aprender cómo manejar la conducta de su hijo. Se sugiere: Advertir al niño que una actividad está por terminar y proporcionar maneras de "guardar" la actividad para más tarde. Por ejemplo, se puede grabar su programa de televisión favorito para verlo después

"La mayoria de la gente observa lo que es y no lo que puede llegar a ser"   -Albert Einstein

RECUERDA:

Con o sin Autismo/Asperger todos los niños tienen potencial


 
 
 

Comments


Featured Review
Tag Cloud

© 2023 by The Book Lover. Proudly created with Wix.com

  • Grey Facebook Icon
  • Grey Twitter Icon
  • Grey Google+ Icon
bottom of page