“Vivimos en una sociedad que critica la anorexia e idolatra la delgadez como símbolo de belleza”
- María José Honores, Fabiola Jimenez
- 14 ago 2017
- 9 Min. de lectura
Anorexia nerviosa y Bulimia
ANOREXIA NERVIOSA

La anorexia nerviosa es un desorden alimenticio y psicológico a la vez, consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. Se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos. De esta forma, el individuo llega al borde de la inanición con el objetivo de sentir dominio sobre su propio cuerpo.
DESARROLLO
Normalmente comienza con la eliminación de los hidratos de carbono, ya que existe la falsa creencia de que engordan. A continuación rechaza las grasas, las proteínas e incluso los líquidos, llevando a casos de deshidratación extrema. A estas medidas drásticas se le pueden sumar otras conductas asociadas como la utilización de diuréticos, laxantes, purgas, vómitos provocados o exceso de ejercicio físico. Todas estas conductas anómalas se acentúan a medida que progresa la enfermedad, al igual que las complicaciones físicas: la inanición vuelve al organismo mucho más vulnerable a infecciones, problemas gastrointestinales o hipotermia. Se pierde la menstruación, el pelo se cae, la piel se seca y pierde color. A nivel psicológico aparecen síntomas de depresión, cambios de carácter y distorsión en la imagen corporal que suele ir acompañada de una negación del problema. Siguen viéndose gordas a pesar de estar escuálidas o siguen expresando una gran insatisfacción con su cuerpo y su imagen. Su cuerpo se ha convertido en la definición de su valía como personas y a pesar del estricto control que ejercen sobre él, siguen sin gustarse. Las personas afectadas pueden perder desde un 15 a un 50 por ciento, en los casos más críticos, de su peso corporal. Esta enfermedad suele asociarse con alteraciones psicológicas graves que provocan cambios de comportamiento, de la conducta emocional y una estigmatización del cuerpo.
CAUSAS

Se desconoce la causa exacta de la anorexia nerviosa, pero los factores sociales parecen importantes, y aunque las investigaciones han arrojado ciertas pistas en el campo médico y psicológico. Por ello existen de factores generales que se asocian a un factor desencadenante o cierta vulnerabilidad biológica, que es lo que precipita el desarrollo de la enfermedad.
La propia obesidad del enfermo
Obesidad materna.
Muerte o enfermedad de un ser querido.
Separación de los padres.
Alejamiento del hogar.
Fracasos escolares.
Sucesos traumáticos.
SÍNTOMAS
Esta patología se caracteriza por una pérdida significativa de peso provocada por el enfermo y por una percepción errónea del propio cuerpo. En consecuencia, los problemas endocrinos se hacen evidentes en un espacio de tiempo relativamente corto. Los principales síntomas que determinan la aparición de la enfermedad son los siguientes:
Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la edad y talla del enfermo.
Miedo al aumento de peso o a la obesidad incluso cuando el peso se encuentra por debajo de lo recomendable.
Percepción distorsionada del cuerpo, su peso y proporciones.
Ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos en las mujeres (amenorrea).
Los anoréxicos pueden experimentar una serie de síntomas muy variados: estreñimiento, amenorrea, dolor abdominal, vómitos, etcétera.
Pero es la familia la que detecta los síntomas que dan la voz de alarma:
Preocupación excesiva por la composición calórica de los alimentos y por la preparación de los alimentos.
Constante sensación de frío.
Reducción progresiva de los alimentos.
Obsesión por la imagen, la báscula, los estudios y el deporte.
Utilización de trampas para evitar la comida.
Hiperactividad.
A estos síntomas se le suman otros rasgos típicos como la irritabilidad, la depresión y los trastornos emocionales o de la personalidad. Asimismo, se manifiesta una alteración de la sensación de saciedad y plenitud antes de las comidas, náuseas, hinchazón, o incluso ausencia de sensaciones. En esta patología también se observan numerosos trastornos cognitivos que se centran en los alimentos, el peso corporal y el aspecto físico:
Abstracciones selectivas.
Uso selectivo de la información.
Se magnifica el lado negativo de cualquier situación.
Pensamiento dicotómico.
Ideas autorreferenciales.
Inferencia arbitraria.
En cuanto a las consecuencias clínicas, los síntomas son los siguientes:
Las pulsaciones cardiacas se reducen.
Se producen arritmias que pueden derivar en un paro cardiaco.
Baja la presión arterial.
Desaparece la menstruación en las mujeres (amenorrea).
Disminuye la masa ósea y, en los casos muy tempranos, se frena la velocidad de crecimiento.
Disminución de la motilidad intestinal.
Aparece un vello fino y largo, llamado lanudo, en la espalda, los antebrazos, los muslos, el cuello y las mejillas.
Estreñimiento crónico.
La disminución del gasto energético produce una sensación constante de frío.
La piel se deshidrata, se seca y se agrieta.
Coloración amarillenta en las palmas de las manos y las plantas de los pies por la acumulación de carótenos en las glándulas sebáceas.
Las uñas se quiebran.
Pérdida de cabello.
Problemas con los dientes y edemas periféricos. Hinchazones y dolores abdominales.
TRATAMIENTO

El mayor desafío en el tratamiento de la anorexia nerviosa es ayudarle a la persona a reconocer que tiene una enfermedad. La mayoría de las personas que sufre este tipo de anorexia niega tener un trastorno alimentario y, con frecuencia, buscan tratamiento sólo cuando su afección es grave.
Los objetivos del tratamiento son primero restaurar el peso corporal normal y los hábitos alimentarios. Un aumento de peso de 1 a 3 libras (lb) o .5 a 1.5 kilogramos (kg) por semana se considera una meta segura.
Se han diseñado diferentes programas para tratar la anorexia. Estos pueden incluir cualquiera de las siguientes medidas:
Aumento de la actividad social.
Disminución de la cantidad de actividad física.
Uso de horarios para comer.
Para comenzar, se puede recomendar una estadía corta en el hospital. Esto es seguido por un programa de tratamiento diario.
Se puede necesitar una hospitalización más prolongada si:
La persona ha perdido mucho peso (estar por debajo del 70% de su peso corporal ideal para su edad y estatura). Para la desnutrición grave y potencialmente mortal, la persona puede requerir alimentación intravenosa o una sonda de alimentación.
La pérdida de peso continúa incluso con el tratamiento.
Se presentan complicaciones de salud, como problemas cardíacos, confusión o niveles bajos de potasio.
La persona tiene una depresión grave o piensa cometer suicidio.
Los profesionales de la salud que por lo general participan en estos programas incluyen:
Enfermeras profesionales
Médicos
Asistentes médicos profesionales
Nutricionistas o dietistas
Profesionales en salud mental
El tratamiento a menudo es muy arduo. Las personas afectadas y sus familias necesitan trabajar intensamente. Se pueden tratar muchas terapias hasta que el trastorno esté bajo control.
Las personas con anorexia pueden marginarse de los programas si tienen esperanzas poco realistas de “curarse” con la terapia sola.
Se utilizan diferentes tipos de psicoterapia para tratar a las personas con anorexia:
La terapia individual cognitiva conductista (un tipo de psicoterapia), la terapia de grupo y la terapia de familia han sido todas efectivas.
El objetivo de la terapia es cambiar los pensamientos o comportamientos de una persona con el fin de estimularlo a comer de un modo más sano. Esta clase de terapia es más útil para tratar a las personas más jóvenes que no hayan tenido anorexia durante mucho tiempo.
Si la persona es joven, la terapia puede incluir a la familia entera. La familia es vista como parte de la solución, en lugar de ser la causa del trastorno alimentario.
Los grupos de apoyo también pueden ser una parte del tratamiento. En estos grupos, los pacientes y las familias se reúnen y comparten lo que les ha pasado.
Las medicinas, como antidepresivos, antipsicóticos y estabilizadores del estado de ánimo, pueden ayudar a algunas personas cuando se administran como parte de un programa de tratamiento completo. Estas medicinas pueden ayudar a tratar la depresión o la ansiedad. Aunque estos fármacos pueden ayudar, no se ha demostrado que algún medicamento disminuya el deseo de bajar de peso.
GRUPOS DE APOYO

El estrés causado por una enfermedad se puede aliviar uniéndose a un grupo de apoyo. El hecho de compartir con otras personas que tengan experiencias y problemas en común puede ayudarle a no sentirse solo.
EXPECTATIVAS (pronóstico)
La anorexia es una afección grave que puede ser mortal. Los programas de tratamiento pueden ayudar a las personas afectadas a regresar a un peso normal, pero es común que la enfermedad reaparezca.
Las mujeres que desarrollan este trastorno alimentario a temprana edad tienen una mayor probabilidad de recuperación completa. La mayoría de las personas con esta afección seguirá prefiriendo estar en un peso corporal bajo y estar muy concentrados en los alimentos y las calorías.
El manejo del peso puede ser difícil y es posible que se requiera un tratamiento a largo plazo para permanecer en un peso saludable.
POSIBLES COMPLICACIONES
La anorexia puede ser peligrosa. Puede llevar a serios problemas de salud con el tiempo, por ejemplo:
Debilitamiento óseo.
Disminución en los glóbulos blancos que lleva al aumento del riesgo de infección.
Niveles bajos de potasio en la sangre, lo cual puede causar ritmos cardíacos peligrosos.
Falta grave de agua y líquidos en el cuerpo (deshidratación).
Falta de proteína, vitaminas, minerales u otros nutrientes importantes en el cuerpo (desnutrición).
Convulsiones debido a la pérdida de líquido por la diarrea o el vómito repetitivos.
Problemas de la glándula tiroides.
Caries dental.
BULIMIA

Es un trastorno alimentario por el cual una persona tiene episodios regulares de comer una gran cantidad de alimento (atracones) durante los cuales siente una pérdida de control sobre la comida. La persona utiliza luego diversas formas, tales como vomitar o consumir laxantes (purgarse), para evitar el aumento de peso.
Muchas personas con bulimia también sufren de anorexia nerviosa.
CAUSAS

Muchas más mujeres que hombres padecen de bulimia. El trastorno es más común en niñas adolescentes y mujeres jóvenes. La persona generalmente sabe que su patrón de alimentación es anormal. Puede experimentar miedo o culpa con los episodios de atracones y purgas.
Se desconoce la causa exacta de la bulimia. Los factores genéticos, psicológicos, familiares, sociales o culturales pueden jugar un papel. La bulimia probablemente se debe a más de un factor.
SÍNTOMAS
En la bulimia, pueden presentarse atracones con una frecuencia de varias veces al día durante muchos meses. La persona a menudo come grandes cantidades de alimentos ricos en calorías, por lo regular en secreto. Durante estos episodios, la persona siente una falta de control sobre su alimentación.
Estos episodios llevan al autorrechazo, lo cual provoca las purgas para evitar el aumento de peso. La purga puede incluir:

Provocarse el vómito.
Ejercicio excesivo.
Uso de laxantes, enemas o diuréticos.
La purga a menudo produce una sensación de alivio.
Las personas bulímicas con frecuencia están en un peso normal, pero pueden verse a sí mismas con sobrepeso. Debido a que el peso a menudo es normal, es posible que los demás no noten este trastorno alimentario.
Los síntomas que otras personas pueden ver incluyen:
Pasar mucho tiempo haciendo ejercicio.
Consumir repentinamente grandes cantidades de alimentos o comprar grandes cantidades de alimentos que desaparecen de inmediato.
Ir al baño de manera regular inmediatamente después de las comidas.
Botar empaques de laxantes, pastillas para adelgazar, eméticos (fármacos que causan el vómito) o diuréticos.
PRUEBAS Y EXÁMENES
Un examen de los dientes puede mostrar caries dental o infecciones en las encías (como gingivitis). El esmalte de los dientes puede estar erosionado o picado por la excesiva exposición al ácido del vómito.
Un examen físico también puede mostrar:
Vasos sanguíneos rotos en los ojos (por el esfuerzo al vomitar)
Boca seca
Apariencia similar a una bolsa en las mejillas
Salpullidos y granos
Pequeñas cortaduras y callosidades a través de las puntas de las articulaciones de los dedos debido al vómito autoinducido
Los exámenes de sangre pueden mostrar un desequilibrio electrolítico (como un bajo nivel de potasio) o deshidratación.
TRATAMIENTO

Las personas bulímicas rara vez necesitan ser hospitalizadas, a menos que:
Tengan anorexia.
Presenten depresión mayor.
Necesiten medicinas para ayudarles a suspender las purgas.
Más a menudo, se utiliza un método por pasos para tratar bulimia. El tratamiento depende de la gravedad de la bulimia y de la respuesta de la persona a los tratamientos:
Los grupos de apoyo pueden servir para la bulimia leve sin otros problemas de salud.
La asesoría, como la terapia conversacional y la nutricional son los primeros tratamientos para la bulimia que no responde a los grupos de apoyo.
Medicinas que también tratan la depresión conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) se emplean a menudo para la bulimia. Combinar la terapia conversacional con ISRS puede ayudar, si la terapia conversacional por sí sola no funciona.
Las personas pueden abandonar los programas si tienen expectativas poco realistas de “curarse” con la terapia solamente. Antes de que un programa empiece, las personas deben saber que:
Es probable que se puedan necesitar diferentes terapias para manejar este trastorno.
Es común que la bulimia reaparezca (recaída) y esto no es una causa para desesperarse.
El proceso es doloroso y la persona y su familia necesitarán hacer un gran esfuerzo.
GRUPOS DE APOYO

El estrés de la enfermedad se puede aliviar uniéndose a un grupo de apoyo. Compartir con otros que tienen experiencias y problemas en común puede ayudarle a no sentirse solo.
EXPECTATIVAS (pronóstico)
La bulimia es una enfermedad crónica y muchas personas afectadas continúan presentando algunos síntomas incluso con tratamiento.
Las personas con menos complicaciones de salud debidas a la bulimia y aquellas que desean y son capaces de tomar parte en una terapia tienen mejores probabilidades de recuperación.
POSIBLES COMPLICACIONES
La bulimia puede ser peligrosa. Puede llevar a problemas de salud graves con el paso del tiempo. Por ejemplo, el vómito repetitivo puede causar:
Ácido estomacal en el esófago (el conducto que transporta alimento de la boca al estómago). Esto puede llevar a daños permanentes en esta zona.
Rupturas del esófago
Caries dentales
Inflamación de la garganta
El vómito y el uso excesivo de enemas o laxantes puede llevar a:
Agua o líquido insuficientes para su cuerpo
Bajo nivel de potasio en la sangre, lo que lleva a peligrosos problemas en el ritmo cardíaco
Heces duras o estreñimiento
Hemorroides
Daño en el páncreas
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