Fobias o Trastorno fóbico
- Joan Zambrano - Alex Calderón - Andrés Reyes
- 14 ago 2017
- 2 Min. de lectura

Incidencia de la ansiedad sin una causa externa obvia y que afecta el funcionamiento cotidiano.
El peligro objetivo que plantea un estímulo que produce ansiedad (el cual puede ser casi por cualquier cosa, puede ser pequeño o inexistente. Sin embargo, para el individuo que padece la fobia, el peligro es grande, y a la exposición a este estímulo puede seguir un verdadero ataque de pánico. Los trastornos fóbicos difieren de los trastornos de ansiedad generalizada y los trastornos de pánico en cuanto a que hay un estímulo específico identificable que desencadena la reacción de ansiedad.
Las fobias ejercen sólo una influencia menor en la vida si los fóbicos evitan los estímulos que desencadenan el temor. A menos que se trate de un bombero o de alguien que lava ventanas, por ejemplo, el temor a las alturas poco afectará la vida diaria de la persona (aunque puede impedir que viva en un apartamento ubicado en un piso elevado). (Robert S. Feldman 2009)
Por otra parte, la fobia social, o el temor a los extraños, plantea un problema más grave. En un caso extremo, una mujer de Washington salió de su casa sólo tres veces en 30 años: una para visitar a su familia, otra para una operación médica y la última para comprarle helado a un compañero moribundo. (Adler, 1984; Kimbrel, 2007)

Los trastornos fóbicos difieren de los trastornos de ansiedad generalizada y de pánico debido a que puede identificarse un determinado estímulo. Aquí se presenta una lista de diversas fobias y sus estímulos. (Fuente: Adaptada de Nolen-Hoeksema, 2007.)
Tratamientos para las fobias específicas
Tratamientos psicológicos
La mayor parte de los tratamientos para este tipo de trastorno implican algún tipo de exposición a los estímulos temidos, ya que de las teorías explicativas conductuales se desprende que dicha exposición en ausencia de las consecuencias temidas tendrá como resultado la extinción de las reacciones fóbicas.
En la práctica se utilizan distintas técnicas que tienen como elemento común la exposición al estímulo temido y que difieren en alguno de los siguientes parámetros: en la forma en que se presenta el estímulo temido (directamente o indirectamente, tiempo y tasa de exposición, etc.); en el tipo de respuesta de los pacientes ante el estímulo fóbico; en el tipo de ayudas para la inducción de la respuesta del paciente (terapeuta presente, modelado del terapeuta, etc.); o en la utilización o no utilización de estrategias de control cognitivo para que los pacientes aprendan a modificar las respuestas cognitivas frente a los estímulos temidos.
Por ello, hemos dividido este apartado en dos, el primero destinado a analizar los aspectos relacionados con la exposición y el segundo centrado en los estudios que, partiendo de la exposición, aportan algunas alternativas interesantes para este campo.
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